Problemas atrás y un Diaby inspirado

Una final en el quinto partido de Xabi. Aunque a todo entrenador nuevo se le suele conceder un tiempo razonable para que se adapte a su nuevo equipo, Xabi Alonso se va a encontrar con un partido absolutamente decisivo a los pocos días de llegar al Bayer Leverkusen. Es verdad que, con el equipo ocupando la decimoquinta posición de la Bundesliga, todos los duelos son ya trascendentes para escapar cuanto antes de la zona baja, pero es que además en la Champions ya no hay margen de error: una derrota en el Metropolitano supondría la eliminación. Incluso puede que el empate no sea suficiente para los renanos, por lo que el técnico donostiarra tendrá que salir con un planteamiento eminentemente ofensivo. Esa suele ser, ya de serie, su naturaleza, pero el contexto obligará esta vez a asumir más riesgos. Algo que puede ser positivo para el Atlético de Madrid, al que se le suelen dar mejor los equipos que le conceden espacios.

Un gran arranque y tres frenazos. El debut del entrenador de Tolosa no pudo ser mejor: un 4-0 frente al Schalke 04 que hizo pensar que el cuadro de la aspirina había dado la vuelta a su mala situación de forma inmediata. Pero lo que siguió después evidenció que no existen los milagros y que algunos de los problemas estructurales que le costaron el cargo a Gerardo Seoane siguen presentes: especialmente la debilidad defensiva, que se está traduciendo en un número de goles en contra que un equipo de este nivel no se puede permitir. El 0-3 ante el Oporto se pudo interpretar como un accidente por la cantidad de circunstancias adversas que se produjeron (un penalti fallado y un gol anulado por VAR, ambos con 0-1; y dos penas máximas en contra que los portugueses sí transformaron). Pero el 5-1 en Frankfurt ante el Eintracht encendió las alarmas, que no se apagaron este fin de semana con un 2-2 ante el Wolfsburgo en casa que se consideró insuficiente. En total son diez goles en contra en los tres duelos más recientes. La moral con la que el cuadro renano llegará al Metropolitano, pues, no será elevada.

Un sistema que potencia el sector derecho. Más allá de que puedan afectarle las ausencias en ataque (Schick es duda y están descartados Azmoun y Bellarabi), el poderío del Bayer Leverkusen está en la zona de mediapuntas, donde acumula mucha calidad entre Hlozek, Adli y Diaby. Ante el Wolfsburgo, de hecho, jugaron los tres juntos al no estar disponible ningún nueve puro. A esa lista de enganches talentosos hay que sumar a Hudson-Odoi, cedido por el Chelsea y que, pese a ser suplente el pasado sábado, tiene opciones de entrar como atacante izquierdo. Xabi Alonso está formando con un 3-4-2-1 en el que, sobre todo, es especialmente fuerte el sector derecho, donde coinciden el muy ofensivo carrilero neerlandés Frimpong (excanterano del City) y un Diaby que es el hombre más en forma del equipo y que incluso tiene posibilidades de ir al Mundial con Francia. Es rapidísimo, posee un gran golpeo de balón con la zurda y también tiene calidad para el último pase. Ya marcó en la ida y, sin duda, es el futbolista al que el Atlético tendrá que controlar más de cerca.