Premio al Atleti y castigo al Barça

Tarde-noche para omnívoros futbolísticos. En pleno debate sobre el exceso de partidos se nos ofrecieron los de Champions de dos de nuestros grandes más el pórtico de un partido de LaLiga, adelantado de la séptima jornada, Leganés-Athletic. La semana próxima habrá Liga entre semana en coincidencia con partidos de Europa League, de ahí que la Real, el miércoles, y el Athletic, ayer, hayan tenido que adelantar sus partidos. El Athletic ganó en Leganés con un tiempo cantábrico y pensé en el equipo local, obligado sin irle ni venirle a jugar en fecha de Champions y bajo fuerte lluvia. Hubo poco público.

Mejor ambiente en el Metropolitano, donde el Leipzig no lo puso fácil, porque marcó muy pronto, así que los de Simeone tuvieron que remar río arriba. Pero el Atlético tiene a estas alturas del curso a un Griezmann con todas las luces encendidas y una plantilla larga que permite rotaciones oportunas sin bajar el rendimiento. Ante un Leipzig que no es cualquier cosa, como ya comprobó el Madrid el curso pasado, consiguió dar la vuelta al marcador con gol y asistencia de Griezmann. El tanto final, del charrúa Giménez, provocó una escena de júbilo a la que se sumó el banquillo, Simeone incluido, reflejo de gran unidad.

También el Barça empezó mal por un error de Ter Stegen causante de la expulsión de Eric Garcia, que esta vez salió de medio de contención. Flick retrasó a Pedri, que había salido de media punta por el ausente Olmo y el Barça encaró 80′ con uno menos. Encima encajó el 1-0 en el 16′. Lamine encendió los ánimos con un golazo, pero el partido se le hizo inevitablemente largo y en el 71′ llegó el 2-1. Una derrota que coloca al Barça ante una perspectiva inquietante en la competición, dada la nueva fórmula. Al menos quedó la alegría del breve retorno de Ansu Fati. Sólo unos minutos, pero supo muy bien.