Pogacar debe probar a Vingegaard

Vimos una buena etapa. Era un final propicio para que probasen los favoritos. Sabía que se moverían. Pogacar tiene que comprobar cómo se encuentra Vingegaard. Y vimos que está muy bien, quizás mejor de lo esperado después del tiempo que estuvo parado sin competir. A Carlos Rodríguez no le iba bien una subida tan explosiva, pero a Roglic sí. La condición de cada uno es buena, el problema fue más de Roglic. Me sorprendió. Creo que no se movieron porque no pudieron. Si puedes, tienes que estar con ellos, que son los dos últimos campeones del Tour. Luego apareció Evenepoel, al que Carapaz ni siquiera le ayudó. Creo que el belga tiene que estar con ellos en subida, reaccionó tarde, pero le valió para alcanzarles en la misma meta. Los españoles estuvieron otra vez donde debían, esta vez con Cristian Rodríguez, pero rematar es muy difícil. El Arkea lo bordó para conseguir su primer triunfo en el Tour con Vauquelin.

Después de San Luca, les interesaba colaborar a los dos. Vingegaard puede pensar que Pogacar será el que se desgaste siendo líder, pero si no fuese hoy, se pondría líder en el Galibier. Correr con el amarillo dicen que da alas. Y tenerlo ya le puede dar la tranquilidad al esloveno. Pogacar y Vingegaard están en su guerra. La tercera etapa es un esprint claro y tendremos peleando a Philipsen. Me gustaría que estuviera metido Cavendish, pero la paliza que lleva estos dos días la puede acusar. Groenewegen, Pedersen, Gaviria… son nombres a tener en cuenta. Estas llegadas del principio de Tour siempre son complicadas de pronosticar.

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