Ofensivo y vertical en cualquier campo
Dos victorias y una derrota. Desde el partido de ida, el Leipzig ha disputado tres encuentros en la Bundesliga, en los que ha sumado seis puntos. El primero lo ganó ante un Borussia Mönchengladbach en declive por 2-0; el segundo lo perdió en Múnich, en el tiempo de descuento, frente al Bayern por 2-1; el tercero y último se lo llevó con una goleada en Bochum por 1-4 pese a empezar perdiendo. Estos resultados lo mantienen en una quinta posición que podría dar acceso a la próxima Champions (Alemania es ahora mismo una de las dos federaciones con mejor coeficiente de este curso, lo que, con el nuevo formato, le entregaría una plaza extra). Pero, obviamente, en el club no quieren estar haciendo cálculos y el objetivo es acabar entre los cuatro primeros. Ahora mismo, el Stuttgart, tercero, tiene siete puntos más y el Dortmund, cuarto, lo aventaja sólo en uno.
Atrevido y fiel a sí mismo. Marco Rose no negocia su propuesta. Cree en un fútbol ofensivo y vertical, de ritmos altos, presión adelantada y gran intensidad. El Leipzig que vimos en la ida es el que suele comparecer en todos los campos, tanto en casa como fuera. De este modo, y sabiendo que necesita remontar un 0-1, el técnico volverá a alinear a los mismos cuatro atacantes: Sesko y Openda arriba (el belga descansó ante el Bochum, pero entró en el segundo tiempo y marcó un gol) y Xavi Simons y Dani Olmo en las bandas. El catalán firmó este fin de semana el mejor tanto del partido con un disparo desde fuera del área que encontró por la escuadra, una de sus especialidades.
Un cambio táctico por la baja de Simakan. El central Klostermann, que arrastra problemas físicos, y el lateral derecho Simakan, que está sancionado, provocarán dos modificaciones en el once de Marco Rose con respecto a la ida. La primera será puramente nominal: entrará Castello Lukeba, un joven de 21 años firmado del Lyon el pasado verano, para formar la pareja en el eje de la zaga junto al húngaro Willi Orbán. La ausencia de Simakan, en cambio, sí conllevará un cambio de posición. Benjamin Henrichs, que en la ida actuó sorprendentemente bien en el doble pivote, regresará al lateral, que es su posición de formación, y su plaza en el medio se la jugarán el esloveno Kampl y el maliense Amadou Haidara, favorito debido a su mayor dinamismo.
Sesko es el peligro. Sesko busca venganza. El partido de ida se convirtió en una pesadilla para el delantero esloveno de 20 años. Además de ver cómo le anulaban el famoso gol del fuera de juego posicional con interferencia de un compañero, desperdició cuatro ocasiones muy claras (dos de ellas, para ser justos, fueron más mérito de Lunin que errores suyos). Desde entonces ha seguido poco afortunado a la hora de finalizar. Sólo ha marcado un gol: el que, ayudado por un rebote, le marcó a Manuel Neuer en Múnich. Pero ese mismo día falló dos situaciones de mano a mano ante el meta alemán muy parecidas a las que tuvo frente a los blancos. Es llamativo, porque al encuentro de hace tres semanas contra el líder de la Liga española llegaba en racha, habiendo anotado en tres encuentros consecutivos. Sin duda, se presentará en el Bernabéu sintiendo que tiene cuentas pendientes con el portero ucraniano...