Número uno en la hierba
Las dos frases son de Carlos Alcaraz, en la misma semana de competición. Martes, 20 de junio: “Mis expectativas de ganar este torneo no son muy altas”. Esas eran sus sensaciones tras su sufrido estreno en Queen’s, que solventó en tres sets y en más de dos horas y media, ante Arthur Rinderknech. Sábado, 24 de junio: “Siento que llevo jugando diez años sobre hierba”. Cuatro días y tres rivales después, Alcaraz vencía a Sebastian Korda para meterse en su primera final sobre esta superficie. Antes había doblegado también a Jiri Lehecka y Grigor Dimitrov, sin volver a ceder un set. El contraste entre una declaración y otra, entre su debut y los partidos restantes, confirma la enorme capacidad de adaptación del murciano, su rebosante clase. Carlitos aprende rápido. Hay una tercera frase, igual de relevante. Domingo, 25 de junio: “Me veo entre los favoritos de Wimbledon”. Cinco días y cuatro rivales después, Alcaraz tumbaba a Alex de Miñaur en dos sets en la final del prestigio evento londinense para levantar su 11º título ATP, el primero sobre hierba. De paso, ha recuperado el número uno.
A una semana del tercer Grand Slam de la temporada, el fenómeno de El Palmar se siente capacitado para reinar en la Catedral. Así es él. Su evolución mental durante el torneo refrenda esa ambición, aunque también es realista: “Necesito más experiencia sobre hierba”. Efectivamente, Carlitos sólo ha jugado once partidos en esta pista. Hay que ver si eso será suficiente para luchar por el título en el All England y para retar a Novak Djokovic, el mejor actualmente sobre el pasto, con gran diferencia. Pero si su progresión sigue el mismo ascenso que en esta última semana, todas las puertas están abiertas. En Queen’s han triunfado leyendas como Connors, McEnroe, Becker, Sampras, Hewitt, Murray, Nadal… Y el mismo año han repetido en Wimbledon. Alcaraz está en la ruta correcta.