Nacho cumple el sueño de su vida

Apartado de los focos, evidentemente acostumbrado a que el lucimiento sea de otros, el capitán del Madrid cumplió en Riad un sueño de vida. Su sonrisa orgullosa al alzar el primer trofeo de la temporada era el resumen de lo que pasaba en ese momento por la cabeza de un chaval que lleva en el Madrid desde que aprendió a atarse las botas. Las lesiones en defensa le han dado este año un protagonismo que siempre le cuesta conseguir y su respuesta está a la altura de lo esperado. Heredar el brazalete de un club con tanta Historia y exigencia es una responsabilidad inmensa, pero Nacho sabe sacarle el brillo necesario con los valores que siempre han adornado el escudo blanco: humildad, esfuerzo, generosidad, ejemplo en el día a día, no rendirse nunca..

El alcalaíno está recogiendo en su madurez como futbolista los frutos a una carrera llena de entrega y profesionalidad. Atrás queda ese soniquete de que Nacho siempre cumple; Nacho es un grandísimo central que ha jugado menos de lo que su calidad le hubiera permitido si no estuviera en el club con más competencia del mundo. Madridista de cuna y de familia, ha renunciado a minutos y dinero por conseguir algo que no tiene precio: gloria y títulos con sangre blanca.

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