Muchas opciones arriba y menos atrás
Un golpe encima de la mesa. La victoria de Portugal en Praga por 0-4 el sábado debe considerarse como la presentación de candidatura de los lusos a optar a lo máximo en el Mundial de Qatar. En ese mismo escenario, España había empatado a dos frente a unos checos que se adelantaron dos veces en el marcador. En cambio, los de Fernando Santos ganaron con tremenda solvencia, aunque es verdad que su rival tuvo alguna ocasión para adelantarse en la primera media hora, que fue más pareja. Cristiano Ronaldo, que actuó como delantero centro en un 4-2-3-1, se quedó sin anotar, pero dio la asistencia en el cuarto tanto, el de Diogo Jota. El astro de Madeira sufrió un aparatoso encontronazo con Vaclík pero pudo jugar los noventa minutos. La gran figura del partido fue Diogo Dalot, el lateral derecho del United, que se sumó al ataque y consiguió firmar un doblete. Su segundo gol fue espectacular: un zurdazo –siendo él diestro– desde fuera del área. Esta magnífica actuación le va a generar un dilema a Santos, ya que el teórico titular en esa demarcación es João Cancelo, que se perdió el choque de Praga por sanción y que ya está disponible para medirse a España. El seleccionador podría plantearse ubicar al del Manchester City en la izquierda, que, de hecho, es la posición que ocupa en su club.
Santos va corto de centrales. Con Pepe lesionado, sólo hay dos centrales puros: Ruben Dias y un Tiago Djaló (Lille) que aún no ha debutado con la absoluta. Teniendo en cuenta esta situación, ha sorprendido que el seleccionador no haya llamado esta vez a los jóvenes David Carmo (Oporto) o Gonçalo Inácio (Sporting), que sí habían sido convocados en ocasiones anteriores aunque sin llegar a jugar. Ante los checos, Danilo Pereira acompañó a Ruben Dias en el eje de la zaga, ubicándose en una demarcación que no es la suya por naturaleza pero que sí ha ocupado bastante desde que firmó por el PSG. Incluso en el tramo final del encuentro Santos probó con João Palhinha (Fulham), otro medio centro, como defensor central. Sin duda, es la zona del campo en la que Portugal va más corta de efectivos testados en el primerísimo nivel.
Bernardo Silva, un comodín. El centrocampista del City le permite a Santos cambiar de sistema con mucha facilidad, ya que es capaz de actuar como interior (por dentro) o como extremo (por fuera). De este modo, Portugal puede presentar un 4-3-3 como el que usó en la repesca del Mundial, o un 4-2-3-1 como el que vimos en Praga. Este último sistema es, sin duda, el que más beneficia a un Bruno Fernandes que se siente cómodo actuando por detrás del punta y sin tanta responsabilidad defensiva (una posición en la que, por ahora, parece estar por delante de João Félix en el orden de preferencias del seleccionador). Si Bernardo juega por la derecha –algo que parece probable teniendo en cuenta que Otávio no ha acudido por lesión–, la plaza que queda más abierta a la disputa es la de extremo izquierdo, con Diogo Jota y Rafael Leao rivalizando por un puesto. E incluso con opciones para Ricardo Horta, que pese a estar más alejado del foco al militar en el Braga, ya fue importante en el partido de ida ante España entrando desde el banquillo y marcando el gol del empate.