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Mollejo saca petróleo

Un cabezazo providencial de Mollejo le dio al Real Zaragoza una victoria balsámica en Andorra que pone fin a una racha negativa de juego y resultados y le devuelve al liderato provisional de Segunda. Por primera vez en la temporada, el equipo aragonés llegó exigido a un partido y, aunque su fútbol apenas mejoró ante un rival que jugó más de setenta minutos con diez, se trae un triunfo importantísimo que deberá refrendar el domingo en La Romareda frente al Alcorcón. Eso sí, sin Cristian Álvarez, que se retiró lesionado a diez minutos del final y propició el debut de Poussin

Escribá es una caja de sorpresas permanente. Dejó otra vez a Bakis en el banquillo, sin que mediara cansancio o dolencia alguna, lo mismo que a Mouriño, y presentó una alineación con hasta seis novedades: Luna, Lluís López, Marc Aguado, Bermejo, Manu Vallejo y Mollejo. Una rotación masiva, con más de medio equipo nuevo y el cambio de banda de Borge, y una vuelta al rombo con Maikel Mesa y Jaume Grau en los costados. Y la apuesta le salió bien, porque el gol de Mollejo fue como un torrente de agua en el desierto, como sacar petróleo de una roca.

Podría decirse que todo lo que pasó en la primera parte fue la expulsión de Bover, por una aparatosa entrada a Marc Aguado, y el golazo de Mollejo cuando más plano estaba el Zaragoza. Lo demás fue paja. Fútbol horizontal, previsible e inservible, del equipo aragonés y un par de tibias amenazas del Andorra. Pero en el fútbol una acción lo cambia todo y Mollejo, ganándole la partida al central Diego González, mandó a la jaula con un espléndido cabezazo un centro desde la izquierda de Jaume Grau. Y con 0-1 y un hombre más, todo se le puso de cara al Zaragoza, que ya ni necesitó tomar un solo riesgo.

Tras el descanso no sucedió nada, salvo un palo del Andorra, que lo intentó todo sin éxito, y la lesión muscular de Cristian Álvarez. El Zaragoza, por su parte, jugó a dejar correr el reloj y a no equivocarse. Nada que no hayamos visto ya.