Menos bronca y más jugar

En la reanudación de la temporada, después del Mundial, el Madrid ha jugado cuatro partidos, con una derrota en Villarreal y tres victorias pírricas: en Valladolid, frente al Cacereño en Copa y ayer, en los penaltis, en la semifinal de la Supercopa de España frente al Valencia. Los blancos están muy lejos de su mejor versión, jugando mucho tiempo al trote y sin chispa. Además, en ocasiones, algunos futbolistas no juegan en su posición natural, rindiendo mucho menos que cuando ocupan la suya. Militao es un gran defensa central y no tan bueno en el lateral derecho, como ha demostrado en ambos casos.

Vinicius es un futbolista que en la temporada pasada dio un salto de calidad, especialmente en la finalización de las jugadas, marcando muchos goles o asistiendo al compañero mejor situado. Pero todavía tiene mucho margen de mejora. Su mayor virtud es la velocidad, con un gran desborde en carrera. Sus marcadores tienen muy difícil pararle, por eso, además de ser el futbolista que más faltas recibe, en muchos casos intentan, y en demasiadas ocasiones lo consiguen, hacerle perder los nervios y desquiciarle con toda clase de provocaciones. Vinicius, como ha contado Antonio Romero, con el que coincido, se está equivocando y bajando su rendimiento, entrando a menudo en ese trapo, con gestos y exageraciones que no ayudan nada. Lo vimos en Castellón, donde Parejo, un extraordinario futbolista y actor de reparto (de toda clase de artimañas), consiguió que Vinicius estuviera más pendiente de la bronca y las protestas que de estar concentrado en el juego y en finalizar con acierto los ataques del Madrid. Debería recordar esa frase de El Padrino: “No es nada personal, son solo negocios”. Los contrarios no tienen nada personal contra Vinicius, pero para su negocio (ganar el partido) les viene bien que el brasileño esté descentrado.

Como en aquel genial sketch de Emilio Aragón, ‘Menos samba e mais trabalhar’, a Vinicius, y al equipo, le conviene y será mejor con menos bronca y más jugar.