Mbappé y Vinicius, un partido de intercambio
Buen resultado, buenas sensaciones, tres puntos y el Barça a cuatro de distancia, que ya parecen pocos a la vista de los que hubo y menos si pensamos que está pendiente la visita a Mestalla, posiblemente el 2 ó 5 de enero. Ayudó algo el Leganés, que salió a no equivocarse pero falló en una salida del área por el centro, entre Camavinga y Bellingham recuperaron el balón, Vinicius lo ganó, veloz, y le dio a Mbappé el gol a puerta vacía. Era el 43’ y desde entonces el Leganés ya no tuvo nada que decir. El partido se siguió jugando después en la misma dirección, con un Madrid netamente superior.
Ancelotti modificó el dibujo, apuntando a un 4-2-2-2, con dos medios de contención y arranque, Ceballos y Camavinga, dos de conducción y llegada, Bellingham y Güler, y Vinicius y Mbappé arriba. En ataque derivaba a 4-3-3, con Güler a la derecha. Este modelo, que Pellegrini practicó con gran éxito en el Villarreal, es quizá el que mejor puede sacar provecho de la configuración de plantilla, aunque no sé si la decisión es firme o se debe a la ausencia de Rodrygo. Claro que cualquier conclusión antes de la visita a Anfield será provisional, y aun después de ella. Diré de paso que Asencio repitió y estuvo bien.
Otro cambio fue dar a Mbappé la banda izquierda y a Vinicius el centro. Viene a ser algo así como admitir que Mbappé ha venido a resolver un problema que no existía, pues el Madrid tiene ahí al mejor del mundo. Mbappé puede ocupar el eje del ataque con más fundamento que Vinicius, que por otra parte desde la banda izquierda ha sido protagonista de los mayores éxitos del equipo. En Liverpool dará igual, porque el Madrid atacará sobre todo a campo abierto, en contraataques, pero ante defensas cerradas no parece lo adecuado. Por lo visto ante el Leganés no se puede augurar ninguna ganancia, sino al revés.