Mbappé siente la magia del Bernabéu

Es una de las grandes imágenes de la noche mágica del martes en el Santiago Bernabéu. Kylian Mbappé cerrando los puños y gritando de alegría después de la maravillosa remontada del Madrid frente al Dortmund. Participó en ella con sus ganas y, sobre todo, con este centro de inmensa calidad que dejó perfectamente la pelota para que Rüdiger marcase de cabeza el primer gol merengue, el gol de la esperanza. Mi compatriota vivió y sintió en sus carnes que el Madrid es mucho más de lo que había visto hasta ahora, que el Madrid está en otra dimensión y que sólo los que lo disfrutan en el campo con la camiseta blanca lo pueden entender. Es una suerte, pero también una enorme responsabilidad. Para ser aceptado y respetado, para empezar el largo recorrido hasta el reconocimiento como leyenda, Mbappé tendrá que ser el protagonista en muchas noches como ésta.

Hasta ahora, el delantero francés ha mostrado bonitas pinceladas de su talento y un real compromiso físico y anímico, además de una actitud colectiva laudable. Nadie duda de su plena integración en el vestuario. Sin embargo, ser uno más en un equipo ganador no basta después de la larga esperanza para su fichaje, con su estatus y su salario. Le hace falta destacar con una hazaña decisiva en un gran partido que deje boquiabierto a todo el mundo. Y mira, me da que hoy puede ser un buen día para ello.

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