Mbappé necesitaba al Madrid

Después de años de seducción y postureo, en los que el jugador y su entorno actuaron a veces con cicatería y mezquindad, creyéndose más de lo que eran, la tozuda realidad del fútbol impuso una verdad irrefutable: Mbappé necesitaba al Real Madrid mucho más que el equipo blanco a Kylian. Encerrado en su contrato megamillonario, el delantero ha visto cómo en los últimos años, su carrera se iba atascando en la ciénaga petrolífera del PSG. Al tiempo que se llenaban las cuentas bancarias de su familia, se iban vaciando sus posibilidades de hacer historia, con su palmarés cada vez más reducido a la Liga francesa, lejos del Balón de Oro y de la Champions y viendo cómo otros futbolistas subían al Olimpo que en teoría le correspondía. No sólo Messi, también Benzema, Haaland, Modric o esta temporada Vinicius le han robado el pódium en el que se suponía iba a reinar. Mientras el manirroto proyecto catarí preparaba otra remesa de millones para retener a la familia Mbappé, la frustración del jugador hizo imposible convencerlo otra vez.

Aunque le hablaron de un cambio de rumbo, de una nueva política y de un plan definitivo, él ya había interiorizado que el único proyecto que podía sacarle de la dinámica irrelevante en la que había entrado era el del Real Madrid. Así como otros futbolistas son fichados para salvar a un equipo o un proyecto, Kylian se ficha para salvarse a sí mismo, recuperar la ilusión e intentar subirse al carro de la historia de un club que nunca será alcanzado por el PSG. Tiene a su favor la primera lección que ha aprendido: la de la humildad.

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