Más Moratas y Griezmanns, menos Joãos
João Félix le pone un paréntesis a su historia en el Atlético. Se va cedido. Es su deseo, la consecuencia de la mala relación con su entrenador. De momento gana el Cholo: el futbolista se va. Seis meses a Londres, al Chelsea. Las ofertas de cien millones o más preguntando por él no terminaron de llegar al Metropolitano. El tiempo ahora ejercerá de juez. Si Potter hace magia potagia y logra que todos los trucos del portugués no sean solo a gotas sino para siempre, continuos y con regularidad inherente a sus botas. Que Simeone vea en la televisión y maldiga. Aunque en cuatro años João haya sido que no.
En cuatro años, cada gol que João generó como rojiblanco (50, 34 propios y 16 asistencias) le costó al Atleti 2.400.000 de euros, cuenta @atletico_stats. Se fue Lodi, hermano, se fue Cunha, amigo, se quedó solo en un vestuario en el que nunca fue lunar. Normal y tranquilo. Sus problemas, por dentro. Su guerra, solo con el técnico. No supo aceptar su suplencia, viviendo más en lo que le dicen que puede ser y aún no es. No como Griezmann, un chico que llegó igual, asumió la mili y brotó de ella descomunal, de los mejores del mundo. No como Morata, hace un año igual. La relación con el Cholo regulín, él feliz en una Juve que en verano no le pudo fichar. Volvió y reseteó. Volvió y se quedó. Con compromiso y trabajo, porque quería quedarse. Y eso es algo loable y tangible. Lo que João Félix pueda llegar a ser, aún no.