Márquez asoma el hocico

El Mundial de MotoGP es mejor con carreras al esprint. La primera experiencia fue un éxito. El debut de la especialidad concentró la emoción durante sus 12 vueltas, con cuatro líderes diferentes, con un grupo puntero que llegó a reunir a siete pilotos, con un podio final de prestigio… Ganó ‘Pecco Bagnaia’, el vigente campeón de la categoría reina, que lanza así un contundente mensaje para la presente temporada, listo para repetir. Por detrás, Jorge Martín ocupó la segunda plaza, el esprínter Martinator, lo que confirma su firme candidatura para esta modalidad de refriegas rápidas, y también el poderío de las Ducati, que protagonizaron el primer doblete del curso, que no será el último.

La tercera posición, tan agradable como sorprendente, fue para Marc Márquez, cuya calidad de pilotaje supera con creces a la calidad de su moto. Previamente al esprint, el ocho veces campeón del mundo firmó la primera pole de la campaña, la 92º de su laureada trayectoria. Contra pronóstico. Marc se las apañó en la carrera para conservar la cabeza durante un par de vueltas, sabedor de que las Ducati están por encima de la actual Honda. Aun así no perdió nunca el compás en la lucha por el podio, y ofreció destellos de su excepcional clase como su doble adelantamiento a Miguel Oliveira y Jack Miller. Quien tuvo, retuvo. Marc rebosa casta. La actuación de Márquez en el novedoso estreno de Portimao, unida a su pole, refresca esperanzas aparcadas, pero también nos obliga a pensar en lo que pudo ser y no fue, y seguramente no será. La Honda no está, de momento, a la altura de otras motos, ni de su campeonísimo. Pese a ello, Marc ya ha enseñado el hocico, esa es la gran noticia de este histórico sábado, que debería confirmarse en la carrera larga del domingo. Más difícil todavía. Solo su calidad mantiene viva la llama.