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Los playoffs en sede neutral

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Ya que mi Sabadell no se ha clasificado para disputarlos, el presente artículo no podrá ser acusado de haber sido escrito por puro interés. Lamentablemente, los playoff de ascenso a LaLiga SmartBank, los observo desde fuera, como espectador externo, sin ser parte. Es, pues, una opinión que expreso como amante del fútbol y como aficionado que siente interés por las categorías no profesionales, que son importantísimas en su condición de base de la pirámide.

Durante la pandemia, se probó la fórmula del playoff en una sede neutral, concentrando a todos los equipos en ubicaciones geográficamente cercanas y usando varios estadios de los alrededores. Lo viví de primera mano en Málaga y en Marbella, y sin duda fue una solución exitosa para resolver en poco tiempo y con pocos riesgos sanitarios unos ascensos indispensables para dar continuidad a la rueda del fútbol profesional. Los cruces a partido único resultaron tan emocionantes que la RFEF decidió repetir en los años posteriores. Y de esta manera hemos llegado a la promoción que se está jugando en Galicia estos días.

El hecho de que las semifinales y las finales se jueguen con una semana de separación dificulta que los aficionados puedan acudir a ambos partidos –con la excepción, está claro, de los de los equipos de la región elegida como sede–. Quedarse siete días en un hotel es difícilmente planteable salvo si se dispone de vacaciones o no se trabaja, y viajar dos veces al mismo lugar resulta también económicamente comprometido. Para los clubes, no poder disfrutar de las grandes taquillas que se generaban en los tiempos en las que las promociones eran a ida y vuelta también supone una pérdida considerable. He vivido viajes a campos rivales en playoffs del pasado: a León, a Irún, a Eibar,... y el ambiente de fútbol que se respiraba aquellos días en esas ciudades era de lo más bonitos que he experimentado. Por no hablar del orgullo que he sentido viendo el campo propio hasta la bandera, algo muy difícil de conseguir en la liga regular. Ojalá podamos volver pronto a este formato, que era sinónimo de fiesta.