Los fichajes del verano
Ala espera de que el Real Madrid anuncie el regreso de Facundo Campazzo, el Barça pegó este viernes un vuelco al mercado de fichajes de la ACB y de la Euroliga con su oferta a los hermanos Hernangómez, Willy y Juancho, que retornarán a Europa desde la NBA, donde se han quedado sin equipo, para jugar por primera vez juntos en un club. Su rendimiento con la misma camiseta pudimos comprobarlo, por ejemplo, en la victoriosa final del Eurobasket, donde Juancho fue elegido el MVP del partido y Willy, del campeonato. Aquella portentosa actuación les ha servido de poco para consolidarse en la liga estadounidense: Juancho fue cortado por los Raptors en febrero y Willy por los Pelicans al término de la temporada. Están sin equipo.
El Barcelona ha echado sus redes a ambos, sin que aparentemente exista oposición de ninguna otra entidad. El Madrid posee el derecho de tanteo del pívot, pero no tiene pinta de que vaya a ejecutarlo, porque sus esfuerzos y sus dineros están destinados a otra cesta: a una suculenta renovación de Edy Tavares, su indiscutible estrella, y al retorno de Campazzo, otro hijo pródigo. No va a desgastarse en otras peleas. El club azulgrana, por su parte, anda en plena recomposición de la plantilla, con un plan de ahorro del 30% de su masa salarial. Las salidas de Nikola Mirotic, Sertac Sanli y Kyle Kuric, unidas al relevo de Saras Jasikevicius por Roger Grimau, un hombre de la casa, dejaron un remanente en principio orientado al fichaje estelar de Kevin Punter, que no se cerró. Hay hueco para los Hernangómez. El revuelo del aterrizaje de los dos hermanos ha coincidido en fecha con el anuncio oficial de la llegada de Joel Parra, otro internacional campeón de Europa, en plena progresión. Parra juega en las mismas posiciones que Juancho, pero son compatibles. El Barça compra así género español de calidad, mientras el Madrid apuesta fuerte por la continuidad.