La vergüenza torera de Hazard

Si no fuera por un golpe en el tobillo, Hazard hubiera tenido minutos esta tarde en Montilivi contra el Girona. Porque todos sabemos, empezando por él mismo, Carlo Ancelotti y el resto de la plantilla, que el belga no existirá en la final de la Copa del Rey contra Osasuna ni el martes siguiente en Champions frente al City. No es digno, futbolísticamente hablando, de ningún partido con un poco de trascendencia. Justo antes de escribir estas líneas, leí un buen artículo de AS que explicaba que la posible presencia de Hazard en la plantilla el año que viene interfiere en la renovación de Marco Asensio y en la vuelta de Brahim Díaz. Ante todo por el gigantesco salario del belga (alrededor de 30 millones de euros brutos). Y me hice esta pregunta: “¿No tendrá Eden la vergüenza torera de irse sin cobrar a final de temporada?” Sé que en francés, su lengua materna, esta magnífica expresión taurina española no existe.

Sin embargo, la elegancia y el sentido del honor son palabras que se traducen sin ningún problema. Además existe el “panache”, una mezcla de valor y de grandeza que le vendría muy bien a Hazard. Me cae fenomenal este jugador, pero no lo entiendo. ¿De verdad no tiene ganas de disfrutar del fútbol un poco más ahora que se acerca el final de su carrera y, al mismo tiempo, hacerle un favor al Real Madrid, que tanto dinero ha perdido con él?