La Selección se divierte y nos divierte

Los tufos que todavía emite Rubiales (la dichosa entrevista se emitió al tiempo del partido) se ventilan en buena parte gracias a la Selección, que se divierte y nos divierte. El de Chipre era un partido ganado de antemano y como tal parecía llamado a tener poco interés, pero el juego de España, en especial el de los extremos Lamine Yamal y Nico Williams en el primer tiempo, y el de la pareja Carvajal-Ferrán Torres en el segundo, nos hicieron disfrutar. Y no es que fueran ellos los únicos que jugaron bien. De nuevo, como ante Georgia, todo el mundo cumplió, jugó con acierto, solidaridad e interés, y fruto de eso fue otra terapéutica goleada.

Me gustó que De la Fuente repitiera equipo, descartando esa práctica que se había instalado en la Selección desde hace tiempo de que en estas tandas de dos partidos jugaran todos los de la excursión, salvo si acaso el tercer portero. Esta vez jugaron prácticamente los mismos que en Georgia, con el cambio de Fabián por Merino más los obligados de los extremos, donde faltaron por lesión Asensio y Olmo cuyos puestos ya ocuparon en la segunda mitad Lamine y Nico, que anoche repitieron y lo bordaron. Nico, lástima, se fue lesionado al descanso. Lamine jugó una hora y se fue aplaudidísimo. Por él entró Ferrán Torres, que estuvo enorme.

Dos partidos, dos victorias, seis puntos, trece goles marcados… Esto mejora nuestro aspecto en la tabla, pero lo principal es la idea de que hay equipo. Equipo largo, en el que en los dos días hemos visto reemplazantes dando gran nivel, el último de los cuales fue Baena, que marcó en el primer balón que tocaba. También Joselu, al que le tocó salir la segunda parte por Morata, estuvo a lo suyo, el remate, con un golazo de cabeza. Gavi, que abrió el marcador, se marchó esta vez sin enfado al ser sustituido. Y no quiero olvidar lo bien que ha empezado la temporada Carvajal, que en entrevista con Valdano le explicó que ahora evita el gluten y ha sido mano de santo. Curioso.