La primera parte es el camino
Lo llevo diciendo toda la temporada, cuando el Madrid es aplicado sin balón, el equipo brilla.

El Rayo de Íñigo Pérez está haciendo un gran temporada y siempre es un equipo valiente, que va a robar al campo del rival y que propone progresar a través de la pelota. Se encontró un Madrid con dos versiones. Una, la de la primera mitad, que es el camino a seguir como equipo. Todos predispuestos para el trabajo sin balón, para ser agresivos en la presión en los reinicios del oponente y también en la pérdida. Cuando robas en estas situaciones, las cualidades de los delanteros florecen en su esplendor.
Mbappé y Vinicius salieron con el colmillo bien afilado en las acciones ofensivas, siendo muy verticales y persistentes. Cuando todo esto sucede, el Madrid es casi incontenible y el choque pudo haber estado decidido en el primer acto. El gol encajado fue un hecho aislado en relación al juego.
Tras el descanso hubo una versión menos premium, donde la presión se paró y los visitantes empezaron a crecer a través de la tenencia del balón y, aunque realmente no se sufrió en cuanto a situaciones de gol de los rayistas, lo ajustado del resultado te hizo llevarte un sofocón en los minutos finales. Lo llevo diciendo toda la temporada, cuando el Madrid es aplicado sin balón, el equipo brilla.
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