La mano de Cucurella, ¿y la patada de Kroos?

La UEFA le está cogiendo el gustillo a rearbitrar los partidos. Lo hizo con la jugada de Mbappé que le costó a España una final de la Liga de Naciones. En esa ocasión rectificó al colegiado, el inglés Taylor, quien otorgó legalidad a la jugada al tocar el balón Eric García. Ahora, también con meses de retraso, la cofradía de Ceferin ha entendido que la mano de Cucurella ante Alemania, en la Eurocopa, debió ser penalti. Para más inri, resulta que de nuevo fue Anthony Taylor el protagonista. Cada vez que el inglés pita a España sube el pan. Porque con cada decisión suya, la UEFA se ve obligada a cambiar el Reglamento. Desde esa jugada entre Eric y Mbappé, el árbitro ha de distinguir entre tocar o jugar un balón para sancionar el orsay. En cuanto a lo de Cucurella tampoco resulta fácil para el colegiado, ya que ha de decidir sobre la cercanía del brazo al cuerpo y sobre el concepto de ocupar un espacio para hacerse más grande. En todo caso, ambas jugadas se repiten en muchos campos, dentro y fuera de España, y aún no he conseguido ver que se juzguen por igual. No hay unanimidad.

Esa mano de Cucurella que soliviantó a los alemanes fue protestada en el resto de los estadios de la Eurocopa. Alemania no la ha olvidado. Tampoco Kroos, que dejó el fútbol con la amargura del gol de Merino en el último minuto de la prórroga. El bueno de Toni, a quien admiré como futbolista, ha lamentado que la UEFA haya tardado tres meses “en darse cuenta de lo que todo el mundo vio en un segundo: la mano de Cucurella”. El exmadridista se ha explayado sobre la jugada en cuestión. Pero ni una palabra sobre la patada que le dio a Pedri a los cinco minutos del partido clave de la Euro. Un entradón a la altura de la rodilla que obligó al canario a dejar el campo y que mereció la roja directa para Kroos, lo que hubiera supuesto que Alemania hubiese jugado con diez durante todo el partido. En esta jugada no ha entrado la UEFA, pero en la de Cucurella sí. Por eso no me gusta lo de rearbitrar, porque el mero hecho de elegir qué se rearbitra y qué no ya supone tomar partido. Si la UEFA ha visto mano en lo de Cucurella debería haber visto también la tarjeta roja para Kroos. Igual contra diez no hubiera hecho falta ni llegar a la prórroga.

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