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La hora de la verdad

El líder, Real Madrid, aventaja en 7 puntos al segundo clasificado de La liga, el Girona, y en un punto más al Barça; pero todavía quedan 30 puntos por disputar, así que la Liga no está resuelta. El próximo sábado jugará contra Osasuna en El Sadar, antes del parón de selecciones, y el viernes conoceremos el rival de cuartos en la Champions. La temporada, teniendo en cuenta las lesiones graves de muchos jugadores importantes, es hasta el momento buena, pero entramos en la fase decisiva con un bajón de juego en los últimos partidos.

El encuentro de vuelta de octavos frente al Leipzig dejó una mala impresión. El Madrid jugó de inicio con un solo delantero, Vinicius, lo que permitió a los defensas alemanes en el centro y en el lateral izquierdo liberarse de obligaciones de marcaje. Es imprescindible la presencia, junto al 7, de Rodrygo, aun no estando en su mejor momento, o de Joselu para presentar una mejor disposición del equipo y generar más preocupaciones defensivas en el contrario. Un centro del campo muy poblado en el que se alineó para hacer la misma labor a Kroos y a Tchouameni. Sobraba el francés y, sin embargo, no fue el sustituido en el descanso con la salida de Rodrygo, supongo que por ser el recambio en el centro de la defensa en caso de lesión de Rüdiger o Nacho. El sacrificado fue Camavinga, que era mucho más necesario en ese partido.

Los jugadores celebran un gol al Celta.
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Los jugadores celebran un gol al Celta.Quality Sport ImagesGetty Images

Además de los posibles errores de planteamiento, la motivación no fue la que merece esa competición ni la que se tiene ante los equipos más grandes. Victoria, menos cómoda de lo que refleja el 4-0, contra el Celta en el último partido de Liga, con un dibujo del equipo más coherente y una actitud distinta desde el pitido inicial. Los dos primeros goles, de córner, fabricados por el pasador Modric y el poder aéreo de Rüdiger, anotados por Vinicius y Guaita en propia puerta, el tercero Domínguez en otro autogol, y el cuarto, el primero como madridista, de Arda Güler.

Gran mérito y agradecimiento a los jugadores que han tenido que jugar de central, pero, con todo respeto, no son Militao. Lo mismo a Lunin, un gran portero que para todo lo parable, pero Courtois, como tantas veces Casillas, puede parar lo imparable. Ambos están cerca de volver. Y hacen falta porque, como cantaban Los Rodríguez… “llegó la hora de la verdad”.

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