Opinión

La Davis de las ausencias

Uno de los cruces mide en Marbella a España con Dinamarca, en un duelo que pintaba un claro color local, si no fuera por la retahíla de bajas: Alcaraz, Granollers, Davidovich...

El capitán del equipo español de Copa Davis, David Ferrer, y el jugador Jaume Munar, durante un entrenamiento celebrado este viernes en el Club de Tenis Puente Romano de Marbella, donde este fin de semana jugará la segunda ronda clasificatoria de la Copa Davis 2025 contra Dinamarca.
Jorge Zapata
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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Marbella acoge sábado y domingo la eliminatoria de Copa Davis de España frente a Dinamarca con un nuevo cambio de formato, más parecido a la competición tradicional. Desde que la empresa de Gerard Piqué revolucionó el torneo en 2019, el modelo de la Davis no ha parado de dar tumbos. En una nueva vuelta de tuerca, esta semana se celebran siete eliminatorias a cinco partidos, igual que antaño, pero concentradas en dos días en lugar de tres, para decidir los países que acompañarán en noviembre a Italia, anfitriona y vigente campeona, en la Final 8 de Bolonia.

Uno de esos cruces mide a españoles con daneses, en un choque que pintaba un claro color local, si no fuera por la retahíla de bajas que han equilibrado el duelo durante los últimos días. Los dos campeones del US Open se han bajado de la Selección, oficialmente por motivos físicos: Carlos Alcaraz, que el domingo sumó su sexto Grand Slam, y Marcel Granollers, que se coronó el sábado en dobles con Horacio Zeballos. También se ha borrado Alejandro Davidovich, segunda raqueta española según el ranking ATP.

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Ni siquiera los cambios de formato amortiguan las ausencias en el tenis. En este sentido, todo sigue igual. David Ferrer no quiere hablar más del asunto y prefiere centrarse en la competición. Como mítico exjugador de la Copa Davis que es, sabe que el problema no tiene solución. El capitán ha tirado de un experto veterano, Pablo Carreño, y de un tenista en plena forma que jugó octavos en Nueva York, Jaume Munar, para pasar el trago ante un rival con un número uno de alto nivel, Holger Rune, aunque el resto de integrantes bajan bastante la categoría. Incluso si Rune ganara sus dos individuales, que está por ver, España tendría posibilidades de clasificarse. Pero toca sufrir más de lo que se hubiera sufrido con el equipo titular. Es difícil olvidar las bajas.

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