La ambición de Brahim
“Estoy enamorado del Real Madrid”, decía Brahim poco después de marcar uno de los mejores goles de lo que va de Champions. Tras reivindicarse de nuevo en el campo, con esas declaraciones lo hacía también en la zona noble de Valdebebas, señalando que quiere tener su sitio en la plantilla y dejar de ser ese chico que se quedó porque no pudieron convencerlo para que saliera otra vez cedido. Con su fútbol, sus regates y sus goles ha aportado una variante muy valiosa al equipo y ha convencido a Carletto.
Pero también lo ha hecho con su actitud, esa convicción con la que ha salido siempre al campo, aunque fueran pocos minutos, para intentar dar lo mejor de sus cualidades, una conducta muy valorada en la grada. El ímpetu que pone, la ambición y la confianza en sus características han logrado transmitir a los aficionados ganas de verlo regateando en la banda o caracoleando en el área o inventando un gol como el de Leipzig.