Koke, como gran heredero de Adelardo
Los récords son para batirlos se dice siempre, y así es. El fútbol también tiene los suyos y ahora ha caído uno antiguo y muy significativo, el de más partidos jugados en el Atlético de Madrid, que pasa de Adelardo a Koke. A los que nacimos al fútbol cuando Adelardo empezaba a jugar, a los que le tuvimos entre nuestros primeros cromos, puede tender a dolernos, pero no hay por qué. Para empezar, este hecho rescata su nombre y su figura ante generaciones posteriores que no sabían de él, o apenas algo que les hubiera contado su padre, ya quizá incluso de segunda mano, recogido del abuelo. Adelardo se retiró en 1976. Hoy está vigente de nuevo.
Y me gusta que sea Koke el que reciba este testigo por tantas similitudes entre ambos. Jugadores de medio campo, de ida y vuelta, sabios para colocarse, recibir y devolver, solidarios para socorrer al compañero que se ve apurado, limpios con la pelota aunque no preciosistas, con manejo pulcro pero simple, sin lujos. Adelardo más goleador, más llegador, Koke más preciso en el toque a balón parado. Ninguno llega a estrella, pero tampoco son simples actores de reparto. En épocas muy distantes han formado parte sustantiva del equipo en los dos periodos más felices y fructíferos en títulos, me atrevo a decir. Y los dos han frecuentado la Selección.
Extremeño Adelardo, vallecano Koke, territorios ambos atléticos. Por alguna razón, los grandes jugadores extremeños han tendido al Atlético casi sin excepción. En cuanto a Vallecas, Bernabéu hizo en un periodo del Rayo su filial, pero desistió con esta frase. “No hay nada que hacer. Vallecas es del Atleti”. Hoy se juegan más partidos, a Koke le han bastado 13 años para hacer lo que Adelardo en 17, por lo que es de suponer que con tiempo y constancia elevará el récord hasta mucho más allá. Y Adelardo que lo vea. Seguro que en cada partido seguirá con mirada de especial simpatía hacia Koke, carne y sangre del Atlético, como lo fue y lo sigue siendo él.