Klopp intenta levantar a un equipo con problemas
Una temporada complicada. El año está siendo tan difícil para el Liverpool que incluso hay quien ha hablado de posible fin de ciclo poniendo en duda que Jürgen Klopp vaya a continuar en el banquillo “red” la próxima temporada -pese a que el alemán tiene contrato hasta 2026 y a que ha manifestado su intención de cumplirlo-. La victoria de este fin de semana en Newcastle -con goles de Darwin Núñez y de Cody Gakpo- ha mantenido al equipo con opciones de clasificarse para la próxima Champions League, pero la octava posición que ocupa en la tabla está muy lejos de las expectativas. ¿A qué se ha debido este bajo rendimiento? El equipo ha sufrido ausencias en posiciones clave -el centro de la defensa, el medio campo…-, pero ha dado también la sensación de haber perdido frescura para realizar esa presión tan intensa y ha echado de menos la producción ofensiva de un Sadio Mané que además se convertía en el primer defensor. Virgil van Dijk, que reapareció el sábado tras haberse perdido siete encuentros por lesión, no ha estado en ningún momento al mismo nivel que le encumbró como el mejor central del mundo entre 2018 y 2020. También Mohamed Salah está firmando cifras algo más pobres que en campañas anteriores, aunque con los diecisiete goles que lleva sumando todas las competiciones es el máximo anotador del equipo. El egipcio, que en Saint James’ Park le dio una asistencia sublime a Gakpo en el 0-2, no jugó el Mundial al no haberse clasificado su país y sabe que esta Champions es su oportunidad para reivindicarse en un año muy marcado por la cita planetaria disputada en Catar.
Bajcetic, la nueva sensación. El Liverpool firmó a este joven español de ascendencia serbia como defensor central, la posición en la que estaba destacando en las categorías inferiores del Celta de Vigo. Klopp empezó a usarlo como medio centro y poco a poco descubrió que sus virtudes técnicas y su dinamismo lo convertían en una opción ideal para actuar como interior, que es donde ha jugado en los dos últimos encuentros. Allí se le espera también ante el Madrid (la baja de Thiago facilita su inclusión en el once): por delante de Fabinho y a la misma altura que Henderson. Su frescura y efervescencia le entregan al equipo una mayor capacidad de recuperar la presión intensa de antaño.
Darwin, un debate que no cesa. El uruguayo llegó para hacer olvidar a Mané y está viviendo unos inicios complicados en Anfield. Ha sido muy criticado por las numerosas oportunidades claras que ha desperdiciado y que han hecho que su cifra de anotación sea discreta: diez tantos entre todos los torneos. Pero Klopp está elogiando permanentemente la agresividad con la que se desmarca, estirando al equipo y siendo muy peligroso a los espacios. Se retiró lesionado ante el Newcastle y si no pudiera jugar le sustituiría Firmino o Diogo Jota. Ambos acaban de regresar de sendos contratiempos físicos y no están con un ritmo alto de competición. Luis Díaz, lesionado, es baja segura.
Gakpo, la esperanza. Llegado procedente del PSV Eindhoven en el mercado invernal tras realizar un gran Mundial con Países Bajos y decantándose a última hora por el Liverpool rechazando la oferta del Manchester United, este atacante de extraordinario golpeo de balón lleva dos partidos consecutivos anotando. En la Eredivisie solía jugar de extremo izquierdo a pie cambiado, pero aquí Klopp lo está ubicando como delantero centro para aprovechar su facilidad para el remate. No es un nueve al uso y su movilidad no siempre es sencilla de detectar