Hay que aplaudir a Roglic
Qué locura de final. Y qué mal. Roglic es un auténtico espectáculo. Nos ha levantado de la silla en una jornada en la que parecía que no iba a pasar nada. Si no se hubiera caído, esos tres últimos kilómetros hubieran hecho que la etapa mereciera la pena. Esperemos que se quede en un susto. Es una pena, pero hay que aplaudirle. Corredores así son los que queremos. Era un repecho que pica, pero de ahí a hacer lo que ha hecho… nadie se esperaba el ataque. Chapeau, chapeau. Con la decisión final, ha conseguido recortar ocho segundos, pero eso, ahora mismo, es lo que menos importa. Hay que rezar para que esté bien. Sobre todo, después de su caída en el Tour. Qué año. Qué mala suerte.
Por delante, además, quedan etapas muy abiertas. Ahora, claro, todo depende de cómo esté el corredor esloveno. Si está bien, Evenepoel no puede estar tranquilo. Roglic ataca en cada esquina, en cualquier circunstancia. Cuando menos lo esperas, como hoy. Mañana, en Tentudía, final con puerto de segunda. El jueves, Piornal va a ser más duro. Y Madrid aún más. Además, está siendo una carrera muy rápida, que es muy importante. A esta velocidad, todo es duro. Y, como hoy, Primoz puede sorprender en el repecho menos pensado. Ahí deberá estar también Enric Mas, al que espero inconformista, como en Sierra Nevada. Y a Ayuso y Carlos Rodríguez, a los que no se les puede pedir más. Que sigan igual, como el ciclismo español en general. Lo que llegue, será un regalo.