El término genialidad se refiere a la capacidad para realizar alguna actividad de forma imaginativa y/o brillante. Sin embargo, ser un genio también significa básicamente trabajar más, esforzarse más, ensayar más. Es decir, perseverancia y método. Queralt Castellet es una perfecta combinación de ambas vertientes. La maga de Sabadell, esa que sacó sus mejores trucos mientras España dormía una fría madrugada de febrero para colgarse la medalla de plata en el snowboard halfpipe de los Juegos de Pekín, ha peleado contra los condicionantes para convertirse en un referente mundial de un deporte que es imposible practicar en nuestro país.

La menuda catalana (1,56 m y 53 kilos) se ha convertido en un numen de los pipe planetarios amasando éxitos y metales en todas las competiciones, pero en su cabeza el futuro sigue ligado a seguir dando alegrías. “Disfruto muchísimo de cada día que estoy en la nieve y tengo más ganas que nunca”, dice categórica al preguntarle por 2023 y los Juegos de Invierno de Milán. Queralt es referente, mito y leyenda... y sabe que su figura es importante para las mujeres, algo que lleva grabado a fuego: “Es un gran honor para mí representar esa figura femenina en el deporte que logra resultados y rompe barreras. Me encanta poder ser el referente para todas esas niñas que sueñan a lo grande y me siento una privilegiada por ello”.