Ganas de perderos de vista
Escribía ayer Sergi Pàmies en La Vanguardia: “Si Laporta ganó de calle las elecciones con aquella lona madrileña del “Ganas de volver a veros”, hoy podría perderlas si un opositor cabroncete colgara otra que rezara “Ganas de perderos de vista”. Amén, pero la oposición a Joan Laporta a pesar de su errática gestión se limita a Víctor Font enviándole cartas. Por ahora no hay más porque sin fútbol, con Montjuïc lleno de guiris y el Camp Nou en obras, una moción de censura es sencillamente imposible. Esto Laporta lo sabe y bien que lo está aprovechando.
Estaba previsto que entre ayer y hoy se reuniera la comisión deportiva para evaluar la labor de Xavi, pero al técnico le echaron en la previa de una final de Champions femenina que ha servido de oasis y parapeto al presidente (retratado una vez más tras relegar a un segundo plano a la mismísima Alexia Putellas bajando él del avión el trofeo). En dicha comisión deportiva está su asesor y mano derecha Enric Masip, un señor que se dedica a responder a las críticas en redes sociales con mensajes afirmando que él sabe más del entorno que el propio Johan Cruyff —que es el que se inventó el término entorno— y que en cambio, no opina de fútbol. Insisto: forma parte de la comisión deportiva.
Es una muestra excelente del nivelazo, un detalle revelador de la corte de familiares, amigos, conocidos y agentes de fútbol con sus tejemanejes en la que se ha convertido un club en crisis permanente, sin perfiles profesionales a los mandos y con un presidente plenipontenciario que toma decisiones claves por arrebatos emocionales. De la palanca impagada de Líbero no se ha vuelto a saber, del escándalo de los avales tampoco, pero está a punto de aterrizar Hansi Flick y pretenden entretenernos ahora con la composición de su cuerpo técnico o sus futuros planes, como si el proyecto fuera serio. Con todo, lo peor es la sensación de que Laporta aún no ha tocado fondo y que, a pesar de ello, tampoco hay forma de perderle de vista.