Estevão contra Estevão
Estevão no ha sido el Estevão que nos ha acostumbrado a ver en este Mundial de Clubes. Ante el Chelsea tendrá su redención con una pizca de morbo.
Estevão no ha sido el Estevão que nos ha acostumbrado a ver en este Mundial de Clubes. Con más destellos e individualidades que certezas, Palmeiras ha tirado de los ‘otros’ para llegar tan lejos. La vida, caprichosa como pocas, le tiende la mano para una redención con morbo. Ante el Chelsea, ante su futuro equipo, ante su próxima afición, el garoto volverá a brillar
La presión de ser el mejor le ha pasado factura, como él mismo llegó a afirmar: "A veces es difícil“. Está en un cambio de ciclo personal, en plena transición de niño a hombre. Se hace bola. Y eso que desde sus inicios las expectativas llegaron a ser inhumanas. No tenía ni 15 primaveras cuando el mundo comenzó a oír su nombre y apenas 16 cuando se convirtió en el traspaso más caro de la historia de Sudamérica. Pero ‘Messinho’, como le apodaron, no quería ser Messi. Estevão quiere ser Estevão.
En el Verdão es un ídolo, incluso más grande de lo que llegó a ser Endrick. Para Abel Ferreira es intocable. Palmeiras es Estevão y Estevão es Palmeiras. Una historia de amor que acabará tras el Mundial de Clubes. Puede que ante el Chelsea, o no si vuelve la magia de su zurda. Unos cuartos de final que se intuyen más a un “hasta luego” que a una despedida. Como Neymar: "Eu vou, mas eu volto".
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