Una extraña actitud en La Vuelta
Fue una etapa típica de una gran vuelta. Me extrañó la actitud del pelotón, que atrapase tan pronto a los cinco escapados, sobre todo porque el equipo Alpecin sabía que no iban a ningún lado. La tensión o el miedo que había por la posibilidad de abanicos hizo que se rodase muy rápido. Respecto a la caída de Valverde, son cosas que siempre afectan. Es mejor no caerse, pero el murciano sabe muy bien lidiar con estas situaciones. Esperemos que no haya sido nada y que pueda completar el resto de La Vuelta sin consecuencias. Le vi cruzar la meta y aparentemente estaba sin problemas. Le puede influir más psicológicamente, por el atropello.
Hay que volver a destacar la afición al ciclismo que se ve en las carreteras de Países Bajos. Es un país muy ciclista y se ve cada día. Etapas como esta última tiene que haber, son indispensables y los organizadores no pueden meter algo todos los días. De lo contrario no habría esprinters en el ciclismo. Tenemos una etapa de Irún a Bilbao en breve, que ahí ya va a ser duro, y al día siguiente el Pico Jano. También cabe señalar a Sam Bennett, que ganó al esprint con mucha autoridad y demostró un gran estado de forma a pesar de no llevar un buen año. De los pocos días que pueden haber llegadas al esprint, el irlandés quizás sea quien lleve la voz cantante. También están Pedersen, Merlier, Van Poppel, Ackerman... Todos ellos lucharán por la victoria en la tercera etapa.