El Zrinjski, Modric y Bosnia
Cuentan que, cuando llegó al Tottenham, a Luka Modric le preguntaron si estaba preparado para la intensidad y la agresividad de la Premier League. Él contestó: “¡He jugado en la liga bosnia!”. Ese capítulo, la cesión al Zrinjski de Mostar cuando era un jovenzuelo que empezaba a asomar la cabeza en el primer equipo del Dinamo de Zagreb, es uno de los menos conocidos de la biografía del fantástico centrocampista de Zadar. Fue en la temporada 2003-04: participó en 25 partidos, marcó ocho goles y fue elegido como el mejor jugador de la liga a sus diecisiete años.
Más allá de la dureza de un campeonato en el que aún se respiraban los ecos de una guerra terrible, Modric pudo sentirse como en casa en el Zrinjski: es el club de los croatas que viven en Mostar. Es probable que, desde entonces, haya seguido los resultados del equipo, y por lo tanto se habrá llevado una alegría esta semana. El Zrinjski, que ganó la liga bosnia la temporada pasada, derrotó al Breidablik islandés por 6-2 en la ida de la tercera ronda previa de la Europa League. Si el jueves confirma su más que probable clasificación para el playoff final, tendrá garantizada, como mínimo, una plaza en la fase de grupos de la Conference League, convirtiéndose de este modo en el primer club de Bosnia-Herzegovina que dispute la fase final de una competición europea. No es un logro menor. El país balcánico es uno de los pocos que aún no ha tenido a ningún representante en una liguilla final, y la competencia por superar esa barrera era feroz. En un país tan complejo, en el que conviven -y casi nunca juntos- los bosníacos, los serbios y los croatas, las tres comunidades deseaban ser las primeras en romper ese techo de cristal. Parece que el ex equipo de Modric será el que le entregue ese privilegio a los croatas, aunque primero tendrá que certificarlo en el fresco verano islandés, muy lejos de casa, a miles de kilómetros del famoso puente que atrae a turistas y que divide -aunque su propósito debería ser unirla- a la población de su ciudad.