OPINIÓN

El Zaragoza no pone fin a su sufrimiento

La expulsión de Toni Moya a veinte minutos del final marcó un partido en el que el equipo de Víctor Fernández dio siempre la cara.

Alemao, en el momento del disparo del único tanto del partido.
ELOY ALONSO | DiarioAS
Pedro Luis Ferrer
Delegado en Aragón de Diario AS desde 2004. Licenciado en Ciencias de la Información-Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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El Real Zaragoza continúa a cinco puntos del descenso, pero no detiene su sufrimiento. Dio la cara en el Nuevo Carlos Tartiere y mereció un mejor resultado, pero a la que se quedó con diez a veinte minutos del final, por expulsión de Toni Moya, ya sólo pudo dedicarse a resistir. Y a punto estuvo de conseguir un valioso empate, pero todo se vino abajo a cuatro minutos del final con el gol de Alemao. Así que el partido del próximo domingo frente al Racing de Ferrol en La Romareda adquiere una relevancia superlativa. Y el Zaragoza lo afrontará verdaderamente en cuadro, con Jaume Grau como único centrocampista. Un drama.

El Zaragoza salió con decisión al partido y apenas tardó cuatro minutos en amenazar al Oviedo con una clarísima ocasión de Liso, que mandó a las nubes, dentro del área y con todo a su favor, un gran servicio de Iván Azón, tras un envío en largo de Francés. Poco después fue Zedadka, muy activo y solvente por el carril izquierdo, el que comprometió a Leo Román con un disparo cruzado desde fuera del área.

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Después de ese inicio frenético, el juego bajó algo de revoluciones, pero el Zaragoza no dejó de mirar a la portería rival, armando varias contras peligrosas y rozando el gol, especialmente en un cabezazo de Mouriño desde el centro del área a la salida de uno de los once saques de esquina -sí, leen bien, once saques de esquina- que lanzó en una notable primera mitad. Y es que al equipo aragonés sólo le faltó un gol para hacer justicia a sus méritos.

El Oviedo apretó tras el descanso, pero el Zaragoza se mantuvo firme en defensa y continuó contragolpeando con intención, aunque sin puntería. A media hora del final, Víctor Fernández retiró a Liso e Iván Azón, con claros síntomas de cansancio, y dio entrada a Valera y Sergi Enrich en un intento por revitalizar su ataque. Pero todo se complicó en el minuto 73 con la expulsión, a instancias del VAR, de Toni Moya por un pisotón a Colombatto que pareció accidental. Y al Zaragoza no le quedó más remedio que apretar los dientes y las filas para resistir el asedio, hasta que a cuatro minutos del final el brasileño Alemao cazó un balón en el área y batió a Cristian Álvarez.

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