¿El último año de Nadal?

El año 2023 acabará, más o menos, igual que empezará el 2024: con Rafa Nadal jugando al tenis. Una gran noticia para el deporte mundial. Nadal vuelve a pisar oficialmente una pista este 31 de diciembre, 347 días después de su última comparecencia, un fatídico 18 de enero en el Open de Australia, para disputar un dobles en el Torneo de Brisbane junto a uno de sus entrenadores, Marc López, como ya anticipó AS en su momento. Rafa y Marc fueron campeones olímpicos en Río 2016, así que el dúo arrastra un prestigio, aunque eso en el fondo es lo de menos. Lo importante es el regreso de la leyenda. Cargado de interrogantes, sí. Pero lo importante era volver. “Estar aquí ya es una victoria”, admitió el español en un acto previo. Ese era el primer desafío. Y el mayor. El 2 de enero saltará otra vez a escena para jugar su primer individual, un test que dará una idea mejor de cuál puede ser su proyección. Algunos de sus sparrings comentan que está fino: Rune, Thiem, Murray, Fills, Gasquet… Ahora hay que confirmarlo en una competición de verdad.

“No merezco acabar mi carrera en una rueda de prensa”, dijo en primavera ante los medios de comunicación. En aquella fecha planteó el reto de volver. Cumplido. A partir de ahora tendrá que resolver la segunda cuestión: si puede ser otra vez competitivo, si el físico va a respetarle por fin, y si hay una posibilidad real de ilusionarse, e ilusionarnos, con esos eventos golosos que asoman en 2024: Roland Garros, su casa, y los Juegos Olímpicos, también en París. Es demasiado pronto para saber si podrá luchar por esos objetivos. O si, por el contrario, se irá despidiendo con dignidad de cada escenario que pise. Porque no hay que olvidar el segundo anuncio de aquella famosa rueda de prensa: “Será mi último año”. ¿Pero lo será de verdad? Solo sus sensaciones y su nivel de juego podrán responder desde hoy a esa pregunta.

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