El Tiburón se come el Mundo
Francesco Bagnaia y Jorge Martín celebraron en 2018 sus títulos mundiales en Moto2 y Moto3, respectivamente, el mismo día en Sepang, el circuito donde este domingo mantuvieron otro pulso por la corona de MotoGP. Las categorías menores son termómetros que miden la calidad de los campeones del futuro. Quienes triunfan en ellas, suelen ser luego competitivos en la clase reina. Casi siempre. Eso sí, hay unos que deslumbran y proyectan más que otros. Es el caso de Pedro Acosta, a quien ya se le veían hechuras de fenómeno desde su debut en el Mundial de velocidad. Entonces, con 16 años, hizo podio en su primera carrera y luego ganó las tres siguientes. Por supuesto, Acosta se alzó vencedor de Moto3 en aquel 2021, con 17 años y 166 días. El ‘Tiburón’ comenzaba a comerse el Mundo. Su estreno en Moto2 no fue como él se imaginaba, pero esta temporada volvió a sacar a la fiera para proclamarse de nuevo campeón, esta vez con solo 19 años y 171 días. Lo suyo es devorar récords.
Si nada se tuerce en su trayectoria, Acosta está llamado a liderar una época en el motociclismo. Es verdad que España suele dominar en estas categorías. El pasado curso, sin ir más lejos, se coronaron Izan Guevara y Augusto Fernández, en Moto3 y Moto2. Pero la sensación de autoridad del murciano es superior. Desde la etapa de Marc Márquez, ningún piloto ha mostrado esa estampa de genio como el de Mazarrón. Las comparaciones nunca son buenas, pero es inevitable transportarnos a Marc, que también conquistó los dos Mundiales inferiores, en su caso 125cc y Moto2, en tres campañas, igual que ha hecho ahora Acosta: dos de tres. Con una pequeña diferencia: el catalán lo hizo, en 2012, con 19 años y 254 días. El Tiburón ha batido su marca. Pero la percepción sobre ambos es muy parecida. Estamos ante dos fuera de serie.
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