El sadismo del fútbol en diferido

Hace demasiados años que he traicionado a mi adolescente. El que no se perdía un partido, el que se levantaba de madrugada para ver la gira americana o buscaba un bar en cualquier parte del mundo para ver a su equipo. No digamos renunciar a siestas, comidas, cenas o fiestas de guardar por ver una primera ronda de Copa del Rey. Los compromisos, el trabajo, la familia… Poco a poco ha ido ganando espacio en mi vida ese pozo de nervios, tensión e incomprensión llamado fútbol en diferido.

Mi pericia tecnológica para no enterarme de un resultado es muy limitada. Conduzco con la radio apagada, no respondo a llamadas o mensajes y por supuesto saludo a cualquiera con cara asesina y una advertencia: “¡No me digas nada, que lo voy a ver luego!”. Mi mujer está harta de mis rutinas pero ella no sabe lo feliz que me ha hecho tantas veces con sus deslices. El año pasado me levanté de casa de mi padre antes de los penaltis contra el City. No puedo ver las tandas. Me subí al coche, puse Radio3 y llegué a mi casa 20 minutos después. “Qué coña tenéis”, me soltó desde el sofá según entré por la puerta creyendo que había visto el partido.

Como es incapaz de desinstalarse las notificaciones siempre se entera de los resultados. Le encanta jugar con mis sentimientos. “Uh, ya lo sé ¿quieres que te lo diga?”. ¡No! Esta temporada llevo varios partidos en esas circunstancias. Sufre conmigo cuando sabe que hemos perdido pero me retuerzo en el sofá a la 1 de la madrugada. Sufre por mí pero tiene prohibido intervenir. Como la situación es insostenible, entre otras cosas porque soy un desastre con el mando a distancia y la mitad de las veces fallo al intentar ponerlo desde el principio, hemos llegado a una solución. A partir de ahora, si estamos cenando y hay partido, solo me va a avisar si son buenas noticias.

Sé que me pasaré las cenas buscando su mirada, enganchado a intentar averiguar si lo sabe. ¿Y si no me lo dice? ¿Habremos palmado? Da igual, no hay solución. El fútbol en diferido es la manera más sádica de seguir a tu equipo.

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