El Madrid, un refugio para Mbappé

Son días difíciles para Mbappé después de que abandonara la que ha sido su zona de confort durante tantos años. Símbolo de la ciudad de París y héroe nacional por quedarse en el PSG hasta al menos la disputa de los Juegos Olímpicos, para lo que recibió no pocas presiones hasta del mismísimo presidente de la República Macron, y mimado por la propiedad catarí, Kylian ha sido intocable, incluso el ojito derecho, para la crítica especializada al otro lado de los Pirineos.

Ahora la estrella lidia de manera estoica con una fotografía que se compone de manera bien distinta. “Ya es un jugador mediocre”, ha tenido que escuchar estos días ante el mal juego de la Francia de Deschamps, sobre todo después del descalabro ante Italia. E incluso se llegó a filtrar a L’Équipe una escena pospartido, en el vestuario, en la que se le mostraba como un jugador acomodado e indolente al que le importa poco lo que está pasando en su selección.

Nada más lejos de la realidad. El astro ha demostrado ser valiente dejando de lado las presiones de la propiedad del PSG y de su propio Estado. Se ha marchado de París para cumplir por fin su sueño, y ha entrado con muy buen pie en el vestuario del Madrid, en el que se le reconoce como un tipo humilde que ha venido a sumar y sin ninguna actitud que se aproxime al divismo. Ahora Mbappé entiende que el Real Madrid es su casa, un gran refugio para todo el ruido que se ha generado fuera con él. Está encantado con la defensa que el club ha hecho de su situación tras un arranque más flojo de lo que se esperaba y está deseando volver a competir con su nueva camiseta para callar bocas. Por eso Ancelotti se pone en sus manos.