El Madrid ganó pensando en el líder Girona
Ancelotti dio descanso ante Las Palmas a Bellingham. Viendo la alineación inicial, en la que aparecía Brahim junto a Joselu y Rodrygo, cabía pensar en que el Madrid volvía al 4-3-3, como terminó el domingo ante el Atlético, cuando hizo sus mejores minutos precisamente con Brahim de extremo derecho. Pero no, Brahim no fue extremo, sino punta adelantada del rombo, como ha venido jugando Bellingham. Si este dibujo, adoptado para el inglés, se mantiene hasta cuando no está, es que Ancelotti ha decidido adoptarlo con carácter definitivo, salvo que el problema para defender las bandas le haga rectificar.
Brahim, un chico de mucho estilo, se tomó tan en serio su papel de Bellingham que marcó. Fue muy al filo del descanso, en un minuto sumado a los dos previamente anunciados, lo que ocasionó protestas de Las Palmas. Pero el minuto sobreañadido tenía su motivo: ya en el descuento Mfulu se sentó en el área dolorido, y Munuera Montero hizo saber lo del minuto de más. Ese gol venía a castigar la mala defensa de Las Palmas, de cuyas malas consecuencias le venía librando el meta Valles. El equipo canario reservó mucho titular e hizo un partido blando, para decepción de sus numerosos seguidores.
La segunda mitad del partido valió poco, y menos a partir de que Joselu, con un gran cabezazo, se desquitara de tantos goles que le había negado antes Valles. El resto ya se consumió en cambios para rodar jugadores por uno y otro lado. La curiosidad se centró en la media hora de Vinicius, al que se vio falto de punto. En los primeros cambios Ancelotti retiró a Brahim y Joselu, los más entusiastas, y con su salida el Madrid se desplomó, y también el partido. La atención se trasladó hasta La Cerámica, donde el Girona ganó, colocándose como líder en solitario. El sábado recibirá al Madrid. Partidazo a la vista.