El lado brillante del sorteo

Al Barça le ha sonreído el lado brillante del sorteo. Evitar al París Saint-Germain de Luis Enrique, que probablemente junto al Liverpool y el propio equipo blaugrana sea el equipo más en forma de Europa, ha aliviado al vestuario barcelonista. Toca el Benfica, equipo notable al que el Barcelona logró doblegar en la fase liga de la nueva Champions en un partido loco repleto de errores que seguramente poco tendrá que ver con la eliminatoria que nos espera.
Ese día, el Barcelona que salía de la angustia por la inscripción de Dani Olmo y que empezaba a vivir el cambio de tercio en la portería con la consolidación de Szczesny en base a un proceso de ensayo-error fue capaz de voltear un 4-2 en el marcador para acabar ganando bajo la lluvia por 4-5 gracias a una cabalgada inmensa de Raphinha.
Es de suponer que tanto Flick como Bruno Lage tomaron nota de los errores que sus equipos cometieron ese día y que en una eliminatoria a doble partido tratarán de dibujar un nuevo escenario.
Tiene la ventaja el Barcelona de jugar la vuelta en casa, privilegio que se ganó precisamente ese 21 de enero en el Estadio Da Luz de Lisboa.
Fue hace exactamente un mes, pero parece que ha pasado más tiempo y que éste ha corrido a favor de los barcelonistas, que han recuperado el liderato de LaLiga al tiempo que iban sumando piezas a su proyecto. Lo contrario de un Benfica que a pesar de haber superado con nota la eliminatoria ante el Mónaco para acceder a los octavos de final tiene bastantes lesionados entres sus piezas principales que en estos momentos son seria duda para enfrentarse a los barcelonistas. Jugadores como Di Maria, Florentino, Bah, Renato Sanches o Thiago no saben si podrán jugar contra los blaugrana. Quien si estará será Pavlidis, que fue un dolor de muelas en el partido de hace un mes.
Eso sí, en Can Barça nadie duda que es mejor enfrentarse a Pavlidis que a Luis Enrique.
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