El gran salto de Jordan
Jordan Alejandro Díaz Fortún dio el gran salto en Roma. Y no sólo por esa marca estratosférica de 18,18 metros, que ya sería un mérito sobrado para instalarse en los altares de la historia del atletismo, el tercer mejor registro de siempre, sólo por detrás del récord del Mundo del mítico Jonathan Edwards, 18,29, y del tope de Christian Taylor, 18,21. Ese fue el salto físico que le otorgó el oro en triple en los recientes Campeonatos de Europa, donde llegó con la aureola de favorito en duelo estrecho con Pedro Pablo Pichardo, también cubano de nacimiento, igual que él, pero en este caso naturalizado por Portugal. El otro salto de Jordan Díaz, el que no se mide por metros, era su estreno con la camiseta de España.
Desde su nacionalización, el 2 de febrero de 2022, las cuentas de su debut apuntaban directamente a los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que suponía una carga extra de responsabilidad para un atleta de 23 años que todavía no había competido con su nuevo país. La Federación peleó por adelantar su puesta en escena, que no cuadraba por apenas unos días. La aprobación internacional no sólo aportó una apetecible opción de medalla más para la Selección, el segundo oro junto al de Ana Peleteiro, sino que permitió a Jordan quitarse la presión de tener que debutar de sopetón en unos Juegos. ¡Y de qué manera! Como se pudo comprobar, el peso lastró poco al habanero, que compitió a la mayor altura. Su pique con Pichardo, con quien ni siquiera se habla, le condujo al oro. En la víspera dijo: “Si él salta 18,00, yo haré 18,01″. Y bien que lo cumplió. El portugués brincó hasta 18,04… y el español, hasta los 18,18. El mal perder que mostró después el oponente, poniendo en duda la medición, no hace más que alimentar una rivalidad para el futuro, que de forma inmediata señala a París y a una plusmarca añeja: la de Edwards. Otro gran salto.