El compromiso de João y la cláusula de ‘O Rei’
En un partido con más ritmo que temple en lo futbolístico, el Atlético se llevó una victoria ilusionante ante un Manchester United diferente al de los octavos de la Champions pasada. Suele pasar que la llegada de un nuevo entrenador suponga una inyección de disciplina y compromiso en un equipo que andaba a la deriva. Los ingleses demostraron ser un conjunto mucho más equilibrado que la temporada pasada, tienen mejor pinta este United con Erik ten Hag. Lo demostraron sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos donde su presión imposibilitó siempre una salida limpia por parte rojiblanca. Se echó de menos mayor fluidez en el juego por parte de Kondogbia y Lemar; aun así me gustó la forma de competir y la igualdad en muchos duelos. Tengo la sensación de que, en una temporada atípica por el parón del Mundial de Qatar en invierno, los equipos en esa miniLiga hasta noviembre de 14 jornadas, van a salir como si llevasen una liebre en las piernas.
Volviendo al encuentro del sábado en Oslo, con los cambios llegó un pequeño bajón de intensidad y un mayor lustre a la pelota, donde destacaron Koke, Rodrigo de Paul y João Félix; ay João Félix, cuántas ilusiones tengo en tu talento y compromiso para la que debe de ser la temporada de tu confirmación, escoltado por un Griezmann y Rodrigo de Paul que tienen que dar ese pasito al frente para marcar diferencias. Es una temporada donde, si se queda esta plantilla, la competencia va ser brutal. Elegir bien y no marearse con los sistemas será la gran asignatura de Simeone. Tomar la temporada pasada como toque de atención para que no se repita esa relajación en algunos entrenamientos que detectó un sorprendido Giménez, uno de los generales del Cholo.
Todo aquello debe ser un punto de inflexión, quedarse enterrado en la 21-22, y que el Atleti vuelva a ser ese equipo cargante, molesto y desagradable. Después, el talento de los de arriba terminarán por sacarnos una sonrisa. Esa que me saca cada vez que veo competir a Reinildo, ya lo comenté el curso pasado, el hambre del mozambiqueño es el ejemplo a seguir. Miguel Ángel, desconozco cuál es su cláusula, pero solo deseo no llevarme un disgusto con cantos de sirenas a su alrededor.