El Barça inesperado
Tal vez si a Xavi le hubieran dado un folio en blanco para que diseñase su Barça perfecto para la temporada 2022-23, el robot resultante no hubiese sido exactamente este. Al contrario, la pelota habría volado como en la final de la Supercopa en Riad, los extremos serían maestros del uno contra uno; Araújo, Dembélé, Pedri y De Jong no se habrían lesionado y tácticamente el equipo no se habría desnudado tácticamente como en las noches ante el Inter, Bayern y Madrid. Hubiese sido un Barça más romántico y con más relato. Un equipo más cercano a las esencias de su entrenador que al que, finalmente, nació. Porque el Barça que estaba diseñado para que las grandes estrellas del curso fueran Raphinha y Lewandowski ha terminado mirando hacia atrás. Ter Stegen y Araújo han sido los ángeles del Barça que terminará ganando la Liga. Ha metido nueve goles menos que el Madrid, pero también ha encajado quince menos. Y ahí ha estado el título. Ha sido un Barça inesperado, pero no por ello menos meritorio. Cuando acabe el curso, a Xavi le va a quedar pendiente para septiembre la asignatura de la excelencia, el famoso cómo, que sólo ha aparecido a pinceladas durante la temporada. A su favor, sin embargo, cabe decir que ha recuperado el espíritu del vestuario y el compromiso, dos valores básicos para llevarse un título que pasa por las cuatro estaciones del año. El Barça ha dejado de abandonarse y hacerse de menos. Lo ha puesto todo y va a ganar la Liga con sudor, merecimiento y una puntuación que, a este paso, va a estar entre las mejores de siempre.
Contra el Atlético empezó timorato, más cuando Griezmann estrelló un balón en el larguero a los 45 segundos. El francés, por cierto, jugó una primera parte primorosa. Remató, se asoció, generó juego y trabajó en defensa. Una pena para el Barça que llegase en un momento equivocado al club. Koundé, que como lateral deja más dudas de lo que muchos imaginaban, sufrió de lo lindo con Carrasco. Le salvó que el belga, ya lo pudo ver Alemany en directo ahora que tienen la opción de compra para ficharlo en verano, no tiene gol. De pronto, todo cambió con el gol de Ferran, un futbolista que necesita una tonelada de confianza pero que tiene un potencial que tal vez ni él mismo sepa. El 1-0 puso el partido cuesta abajo para el Barça, al que hay aplaudirle que acabase por provocarle grietas tácticas al Atlético, que se mantuvo en el partido de milagro por la parada de Oblak a Raphinha, los centímetros que le faltaron a un remate cruzado de Gavi y, cómo no, el gravísimo error de Lewandowski, que con todo ganado en su carrera cometió un acto de egoísmo propio de un principiante. Un mal detalle en un futbolista del que todos destacan lo contrario, su altruismo. Y eso hay que creérselo, porque ha sido el padrino de los Relatos Solidarios de este año. Seguro que cuando vio la jugada en casa, no se reconoció ni él.