El antagonista de Setién y el derbi desde lejos
Ganador del debate
La resonancia mediática del “Quique, vete ya” ha adquirido tal dimensión por la prontitud de los cánticos contra Setién, pero también se alinea con la aversión que empieza a prender a una idea futbolística. A muchos aficionados les sobra tanto pase en iniciación y prefieren la verticalidad. Es una predisposición que asoma cada vez con más fuerza, sorprendente que sea en España, y que nace de la obcecación tremendista de algunos entrenadores como Setién. La derrota del Villarreal ante el Mallorca, la antítesis en la forma de juego de los amarillos, lo explica abiertamente. Hubo un equipo que pasó y hubo otro que golpeó. El bloque bajo de Aguirre, la explosividad de las transiciones y el poderío en la segunda jugada anularon al Villarreal. Fue Muriqi (28 años) el gran protagonista. Un coloso por los aires, un trabajador nato y un goleador consumado. El kosovar firmó las escapadas del Mallorca al ganar siete duelos aéreos e ir siempre a la disputa. No es jugador bonito, pero es altamente efectivo. Con siete goles y una asistencia, ha participado en el 66,7% de los goles del Mallorca en Liga. Nadie alcanza estas cifras. Muriqi pone por delante la eficacia a las apariencias.
Regate a los gritos
En otro campo se escuchó también el “Quique, vete ya”, con menos justificación si cabe. Un sector de la afición del Getafe protestó por el juego de su equipo ante el Cádiz. Al Getafe le pierde su previsibilidad y carácter defensivo. Está muy ajustado a un papel y da igual el rival que tenga enfrente, porque apenas se sale del registro. De ahí que sea el equipo de la categoría que menos regates lleva en este curso con 49. Contra el Cádiz, partido en el que pasaron más cosas en el tiempo de descuento que en el resto del mismo, solo Luis Milla logró completar un quiebro. En un fútbol tan equilibrado, se necesitan de jugadores que se diferencien en el uno contra uno y se desempeñen con espontaneidad.
Pie de portero
A la Real le vinieron mal dadas contra el Valencia por la expulsión de Elustondo, aunque supo activar la resistencia para salvar, al menos, el empate. Fue un partido a contraestilo, lejos de sus coordenadas habituales. Le tocó ceder la posesión, al tenerla apenas el 26% del tiempo, y confiar en el buen pie de Álex Remiro (27 años) en la salida. El Valencia ajustaba a pares y obligaba al portero realista a jugar en largo, algo que hizo con buen tino en muchas ocasiones al apuntar a Sorloth (16 buenos de 39). Nadie en la Real completó más pases que su portero, con 20, ocho al último tercio, y solo Diego Rico sumó más intervenciones. En la trayectoria de éxito de los de Imanol, Remiro ya ha dado buena cuenta de su precisión. Esta temporada solo Ter Stegen promedia números más acertados. Es un portero ligado a la actualidad.
La larga distancia
El accidentado derbi sevillano, a la par que precioso para el espectador, confirmó el cambio que se está produciendo esta campaña en LaLiga. Llevábamos unos años en los que se veían muy pocos goles desde fuera del área. Cada vez se tiraba y se atinaba menos. La tendencia a la baja se ha revertido y en las 13 jornadas disputadas se han marcado 44 tantos desde fuera del área. Por ponerlo en contexto, durante la pasada edición se hicieron 102 goles de esta manera en toda la temporada. El atrevimiento de futbolistas como Gudelj o Valverde ha invertido la dinámica.