El amargo parón de Jorge Martín

La familia de MotoGP afronta sus tradicionales vacaciones veraniegas, tres semanas sin Mundial. Paradójicamente, ya hubo un parón similar en junio, entonces a causa de las cancelaciones y los ajustes del calendario. La competición se retomará a primeros de agosto en Silverstone con un cambio de líder en la máxima categoría, Francesco Bagnaia, que accedió a la cúspide de manera traumática para su rival, Jorge Martín. El español se cayó el pasado domingo en la penúltima vuelta, cuando encabezaba la carrera en Sachsenring, y se dirigía a completar el doblete del fin de semana y a consolidarse al frente de la clasificación. Martín es, sin duda, el único piloto capaz de desafiar actualmente al vigente bicampeón, como ya ha demostrado en la segunda mitad de la pasada temporada y en la primera mitad de la presente, aunque tanto entonces como ahora ha cometido errores similares.

Si rebobinamos a 2023, el madrileño se cayó en Indonesia cuando rodaba sin atosigamientos en primera posición. Martín había accedido al liderato el día anterior tras imponerse en la esprint, por lo que perdió una gran oportunidad de abrir brecha a falta de cinco grandes premios. Este curso también se fue al asfalto en Jerez cuando iba en cabeza, aunque entonces restaban bastantes vueltas. Nada comparado con el escozor del GP de Alemania, por su simbolismo. El sábado, en la esprint, Martinator había logrado el triunfo y, en consecuencia, interrumpir una racha de Bagnaia de cinco victorias consecutivas. Su éxito en la carrera dominical era la consolidación del cambio de tendencia, un nuevo aviso a su rival, y la tranquilidad de irse a las vacaciones con el mejor regusto en el paladar. Ocurrió todo lo contrario. Martín cierra la primera parte del Mundial con amargura. Y otra vez obligado a resurgir.