Don Pablo, un jugador en el que creer
El Atleti necesita ganar para seguir vivo en el Mundial más allá del lunes 23 y Simeone tiene el mejor argumento en su equipo. Al canterano.
El Atleti necesita ganar para seguir vivo en el Mundial más allá del lunes 23 y Simeone tiene el mejor argumento en su equipo. Un canterano. El hijo de Félix. Ese futbolista que lleva el 8 a la espalda y no puede hacer mejor homenaje al dorsal que engrandecieron emblemas como Luis Aragonés y Raúl García en el Atlético. El heredero de Koke. El mundo ya le mira con detenimiento. Si el Atleti puede soñar con la épica ante el Botafogo es gracias a él. A su partido en Seattle. Si Simeone le pide más pegada, el futbolista le demostró al técnico que, con un resguardo detrás, no hay techo. Porque Barrios había mostrado ya mucho en los dos últimos años, como 5 y brillando, pero cuánto puede dar cuando juega en su sitio. Orden, llegada, goles. Un diamante.
De casta le viene al galgo. Creció respirando fútbol, el de su padre, jugador en los 90 del Moscardó, y primer guía de Pablo y su hermana Marta con esa orden: “Haced deporte”. El que fuera. Pero un deporte. Puede que no llegara al profesionalismo pero esa semilla del padre germinó en el hijo. Porque la niña eligió la gimnasia rítmica (de la que hoy es entrenadora nacional) y el niño, el fútbol. Ese que le mira de ojos abiertos desde el jueves, después de que engrandeciera el soccer con un doblete. Para insuflar de creer al Atleti. Que es difícil. Pero esto es el Atleti, ¿vale? Y tiene a Pablo Barrios.
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