Derrota honrosa con todo en contra
El Real Zaragoza dio la cara en El Molinón, pese a que el fútbol le castigó con una de esas tardes donde la adversidad es mayúscula, donde todo está en contra: un gol en frío seguido de una tarjeta roja -la acción que marcó el partido- y una segunda expulsión a veinte minutos del final que le dejó con nueve frente al Sporting. El equipo aragonés jamás bajó los brazos, pero su desdicha fue absoluta.
El partido no pudo empezar peor para el Zaragoza, que encajó un gol a los tres minutos, tras un desajuste de Larrazábal en el lateral derecho, y cuatro después se quedó con diez por expulsión del chileno Alarcón con roja directa a instancias del VAR por un pisotón por detrás a Queipo. Dos mazazos seguidos que obligaron a Escribá a sacrificar a Puche para rearmar el eje de la medular con Jaume Grau y que le pusieron todo de cara al Sporting. Aún así el equipo aragonés no le perdió nunca la cara al encuentro, dio mayor sensación de peligro y tuvo el empate pasada la media hora en una gran penetración de Nieto por la banda izquierda resuelta con remate en escorzó de Mollejo que salvó Cuéllar en intervención felina. Al filo del descanso, para ponerle más polémica al duelo, el VAR le anularía un gol al Sporting por una falta previa de Insua a Mollejo.
Escribá dejó en el intermedio en la caseta a Iván Azón, mareado con un golpe en la cabeza, y dio entrada a Giuliano para refrescar su ataque en busca de una oportunidad para empatar. Más tarde ingresarían a la vez Manu Molina y Zapater por Francho y Vada en un intento de meter piernas y oxígeno de cara al tramo final, pero al Zaragoza, que enseguida sufrió la expulsión de Nieto por doble amarilla, ya no le dio más que para resistir y firmar una honrosa derrota en Gijón en un choque accidentado.