Derbi para volver al camino correcto
Ante la Cultural debe ser el que permita volver a la senda de lo que le hace ganar partidos.
Lo dijo ayer en la entrevista de AS el entrenador Guillermo Almada: ”En Albacete perdimos la intensidad, nuestro ADN”. Y efectivamente así fue. Lo venimos diciendo una y otra vez, el Real Valladolid de esta temporada muerde al rival en la presión y ese es su fuerte. Correr, luchar, pelear, defender bien y no desfallecer hasta el final del partido. Así se ganó al Almería. El gran problema es que sin esas virtudes al equipo se le hace de noche y empieza a parecerse al que vimos en algunos partidos de la pretemporada. Cuando eso pasa vuelven a aparecer las carencias futbolísticas que tan evidentes están siendo.
Por eso, el derbi del domingo ante la Cultural debe ser el que permita al Real Valladolid volver a la senda de lo que le hace ganar partidos. Con sus virtudes y con sus limitaciones pero con lo que tiene a día de hoy tiene que sacar los partidos adelante. En un choque peligroso por la llegada de un nuevo entrenador al banquillo de la Cultural y porque los leoneses le endosaron un 2-4 al Racing en El Sardinero hace dos semanas. Partido, pues, para no confiarse en absoluto.
Y partido para que todo el mundo esté a la altura de las circunstancias. Fundamentalmente los aficionados que vayan a disfrutar tranquilamente de un espectáculo deportivo. No dudo de que la gran mayoría de todos ellos lo harán. Pero no es descartable que algún indocumentado la pueda liar. Afortunadamente la semana no ha traído ningún comentario fuera de lugar de algún político torpe o dirigente deportivo de poco nivel. Pero no descartemos todavía nada porque queda semana. Los precedentes no avalan a algunos y a algunas. El hecho de que la Comisión contra la violencia haya declarado el partido de alto riesgo no es un capricho ni una casualidad.
En el partido del domingo sobran las provocaciones y los insultos que pueden calentar el ambiente y generar lo que nadie quiere que llegue a ocurrir. Aquellos que acudan al estadio con ánimo de provocar y de alterar la convivencia pacífica entre ambas aficiones se deben quedar en su casa. Tratar de calentar el partido basándose en una absurda rivalidad regional’ es una paletada que no debe tolerarse en algo tan bonito y edificante como es el mundo del deporte.
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Es una pena que por unos cuantos no podamos ver convivir a aficionados de los dos equipos luciendo juntos sus camisetas. Quien sabe si la educación deportiva y el civismo se acaben por imponer en este tipo de encuentros con el paso de los años. Es una esperanza, aunque les reconozco que no confío mucho en que pueda llegar a ocurrir. Es lo que hay.
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