De la Fuente tropieza con Pedri


Perder una final siempre puede desatar la inquietud, pero no debería ser el caso. España está en el camino correcto que le debe acercar al éxito en Estados Unidos. Sin embargo, la derrota sí que ha de abrir espacios de reflexión. En todo este tiempo, caben pocos reproches a la gestión de Luis de la Fuente. Si acaso llama la atención su empeño de colocar a Pedri como mediapunta lejos de la base de creación. Un jugador que está hecho para gobernar los partidos interviene menos de lo que debe en esa posición y su efecto se diluye, aunque solo en parte porque el impacto del canario va más allá del papel que le concedan. Ante Portugal mejoró cada jugada que pasó por sus pies y transmitió una sensación de inteligencia, orden creativo y amenaza constante. Se fue del campo sin fallo en el pase (52 de 52), con cuatro entregas clave y una asistencia perfecta para Oyarzabal. De ahí que también extrañara que De la Fuente le quitara antes de tiempo para dar cabida a Isco como si fueran piezas incompatibles. Si no hubo alguna circunstancia física mediante, la decisión resulta difícil de entender.
A esta España ilusionante le falta ciertas dosis de control. Es probable que De la Fuente lo quiera así, y por eso resuelva adelantar a Pedri para servirse de su ingenio y calidad en los metros decisivos. Con todo, esa explicación queda corta. En ese contexto, el comportamiento de futbolistas como Zubimendi engrosa su importancia. Si alguno examinaba al realista ante tanto ruido sobre su futuro, seguro que quedó encantado con el rendimiento que ofreció. Es un jugador de jerarquía, y también de finales. A la Selección no le alcanzó con el extraordinario partido del realista para defender su corona. El boquete en el lateral derecho, a la espera de que Carvajal regrese y lo haga como el mejor Carvajal, condicionó a todo su aparato defensivo y proyectó a Nuno Mendes hasta el infinito. Por ahí se perdió una España a la que se puede poner pocos peros generales más allá de su respuesta defensiva y su exagerado gusto por las películas de tiros. Con la jefatura de Pedri en la medular se podrían retocar esos desarreglos.
El lado positivo

Jugar más adelantado permite a Pedri tener un peso mayor en las transiciones al poder recibir a la espalda de los medios rivales. En el gol que regaló a Oyarzabal quedó plasmado con su conducción y asistencia en el momento oportuno.
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