Courtois, objetivo cumplido

Después de su grave lesión,con recaída de por medio, y el gran rendimiento de Lunin en momentos decisivos, parecía una quimera pensar en que Courtois iba a llegar a tiempo para ser titular en la gran final de Wembley. Al belga le han bastado media docena de partidos y la fe ciega de su entrenador para disipar dudas y cerrar debates: todo el agradecimiento del mundo para el ucraniano, pero cuando tienes en forma al mejor portero del mundo no cabe la minina discusión.

Desde su regreso a los terrenos de juego su progresión ha sido evidente y su confianza se ha reforzado partido tras partido. Igual de seguro que siempre por arriba, casi imbatible en el mano a mano y poniendo a prueba la potencia de su rodilla con varias paradas abajo de mucho mérito. El técnico italiano tenía clara su decisión desde el primer día y el plan le ha salido a la perfección. Courtois, que en París dejó para el recuerdo una actuación memorable, se ha ganado a pulso con su esfuerzo y constancia ser titular en el partido más grande de la temporada. Los desgarradores gritos el día del entrenamiento que se rompió la rodilla son solo ya un mal recuerdo para el mejor portero del mundo, que ha vuelto más fuerte y más seguro de lo que se fue. Y el madridismo lo agradece y lo celebra