Courtois apea a Mbappé de los titulares
Pésima noticia para el jugador, para el club y para el fútbol en general: Courtois sufre una lesión grave, ligamento cruzado anterior de la rodilla. Eso augura meses de inactividad y largo tiempo posterior de entrenamiento y recuperación hasta lo que pudiéramos llamar ‘alta competitiva’, buen sintagma que si no me equivoco le debemos a Mourinho, que lo lanzó para no decir que no ponía a Casillas porque no le daba la gana. Lesiones graves en porteros no son frecuentes, y esta por lo que se sabe fue de lo más absurdo e inesperado, un poco como le ocurrió en su día a Víctor Valdés cuando apuró sin renovar por el Barça y le sobrevino esta desdicha en el peor momento.
Alguien desde Barcelona me aventura que estas lesiones de cruzados en los porteros abundan más desde el portero-jugador, criado para portero a secas y adiestrado después para jugar con el pie. No estoy tan seguro, pero es una teoría. Asenjo, anterior a esta etapa del portero-jugador, sufrió mucho esto (con recuperaciones de alto mérito) y más allá recuerdo la lesión de cruzado de García Remón en El Helmántico, al rectificar bruscamente y quedarle los tacos clavados en el césped. Eso acortó su carrera. Casos raros, fortuitos, sin trauma. Trampas de los duendes malos del fútbol que se esconden en el más anónimo entrenamiento para hacer la barrabasada.
Al Madrid le pilla muy desacomodado. En Lunin no se ha confiado, hasta se le quiso dar salida este verano, cosa que no aceptó. Perdido Benzema (32 goles por curso desde que se fue Cristiano), ahora se queda sin el mejor portero que hay, al menos a mi juicio, y que vale otros 32 goles, estos en el sentido contrario. Hay una solución muy a mano, sobre todo De Gea, que a los que aún tenemos clavado el Mundial de Rusia nos espanta. Y otras en el radar, desde Kepa, pretendido por el Bayern, hasta el puñado de estupendos porteros de nuestro campeonato. Pero ninguno es como Courtois, esa palmera con reflejos de gato, flema, liderazgo y regularidad.