Con el espíritu de 2010
El Camp Nou puede representar el viraje definitivo para la temporada del Inter. La victoria con el Barça ha congelado polémicas y críticas hacia Simone Inzaghi, del que casi toda la hinchada pedía la destitución. El arranque de temporada fue pésimo, con cinco derrotas en los primeros diez enfrentamientos oficiales, pero muchos se olvidaron de que el técnico, en el curso pasado, rozó el scudetto, ganó Copa y Supercopa y disputó una gran Champions, llegando a octavos y haciendo sufrir al Liverpool que luego llegaría a la final. Y lo hizo empezando con la depresión por los adioses de Conte, Lukaku y Achraf.
Mourinho, corazón interista, tuvo algo que ver con esta nueva fase nerazzurra. Ha tumbado con su Roma a los milaneses, y, después, el portugués le dijo a un desesperado hincha “tranquilo, la última vez el Barça perdió 3-1 aquí. Mucha suerte”. El buen augurio del Special One tuvo efecto en San Siro, pero repetir la hazaña esta noche será complicado. Inzaghi seguirá sin poder contar con Lukaku y también tendrá que renunciar a Correa, quedándose solo con Dzeko y Lautaro arriba. Para llevarse puntos decisivos y acercar la clasificación, solo calidad y organización no serán suficientes: hará falta gestionar energías, saber sufrir y, sobre todo, mucha garra, mucho ‘interisimo’. Para resumir: hará falta el espíritu de 2010.